Sistemas de Alimentación ininterrumpida SAI 1–125 KVA

Muchas empresas todavía no son plenamente conscientes de todos los tipos de perturbaciones del suministro que pueden amenazar a sus salas de servidores.

¿Están seguros tus datos?

Un estudio realizado por el Electric Power Research Institute reveló que las empresas pierden entre 104.000 y 164.000 millones de dólares al año debido a interrupciones del suministro eléctrico, y otros de 15.000 a 24.000 millones de dólares por otros problemas relacionados con la calidad de la energía. No resulta difícil saber de dónde salen esas cifras. Solo tienes que pensar lo que le costaría a tu empresa un fallo de suministro de un día o dos. Para algunas, incluso un fallo de una hora podría suponer un coste importante. 

Aun así, muchas empresas todavía no son plenamente conscientes de todos los tipos de perturbaciones del suministro que pueden amenazar a sus salas de servidores. Si bien es obvio que es importante protegerse ante fenómenos graves como huracanes e inundaciones, hay otras muchas formas, más sutiles, de sufrir perturbaciones en el suministro eléctrico. En este artículo, nos ocupamos de seis de esas perturbaciones. 

Los transitorios, posiblemente las perturbaciones más perjudiciales de todas, se dividen en dos subcategorías: impulsivos y oscilatorios. Los transitorios impulsivos son el tipo más habitual de sobretensión o pico de tensión y son provocados por un acontecimiento repentino que eleva o reduce los niveles de tensión y/o intensidad de corriente, a menudo con una duración de menos de 50 nanosegundos. Puede causarlos un rayo, una mala conexión a tierra, la conmutación de cargas inductivas, la eliminación de defectos de las compañías eléctricas y otros casos y, a su vez, estos fenómenos causan con frecuencia daños en los datos y afectaciones físicas en los equipos.

Los transitorios oscilatorios provocan que la señal eléctrica suba y baje alternativamente de forma muy rápida, a menudo debido a la desconexión súbita de una carga, como un motor o un condensador. De hecho, un problema habitual asociado a la conexión de un condensador es que se disparen los variadores de velocidad eléctricos (ASD).

Una interrupción es la pérdida total de la tensión de alimentación o de la corriente de carga durante periodos de entre 0,5 a 30 ciclos (instantánea), de 30 ciclos a 2 segundos (momentánea), de 2 segundos a 2 minutos (temporal) o más de 2 minutos (prolongada). Un ejemplo habitual de interrupción es cuando todos los dispositivos electrónicos y luces de una casa se apagan durante un corto periodo de tiempo. Aunque en un hogar también son molestos, ese tipo de pérdida de suministro en un negocio puede resultar costoso, porque los datos pueden quedar dañados o incluso perderse completamente durante la interrupción.

Habitualmente provocada por fallos de sistema o por la conmutación de cargas con corrientes de inicio potentes, una caída de tensión es una reducción de la tensión de CA a una frecuencia determinada que dura entre unos 0,5 ciclos y un minuto. Puede recordar a la bajada de la presión del agua cuando se abren varios grifos a la vez en una casa. Con el tiempo, las caídas de tensión pueden provocar daños importantes en los equipos.

Los casos de mínima tensión, a menudo denominados “apagones” (aunque de forma incorrecta), son el resultado de problemas prolongados de uniformidad en el suministro que, a corto plazo, van generando caídas de tensión. Los casos de mínima tensión pueden conllevar el fallo de las cargas no lineales, como los sistemas de alimentación de los ordenadores.

Lo opuesto a una caída de la tensión es una subida de tensión, provocada por un incremento de la tensión de CA y con una duración de entre 0,5 ciclos y un minuto. Entre las causas habituales, están las conexiones de neutro de alta impedancia, las reducciones súbitas de cargas grandes o fallos de una fase en sistemas trifásicos. Igual que las caídas de tensión, los efectos perjudiciales de una subida de tensión (la degradación de los contactos eléctricos y los daños en los semiconductores) por lo general pasan desapercibidos durante largos períodos de tiempo. Sin embargo, su resultado más inmediato y perceptible es el parpadeo de las luces y los errores en los datos.

De forma similar a los casos de mínima tensión, las sobretensiones son el resultado de una serie de problemas prolongados que generan subidas de tensión temporales. Las condiciones de sobretensión pueden crear un elevado consumo de corriente y provocar que los equipos se sobrecalienten y sufran un mayor estrés.

Una distorsión de la forma de onda es cualquier variación en la calidad del suministro eléctrico que afecte a la forma de la onda de la tensión o corriente. Hay cinco tipos principales de distorsión de la forma de onda: componente de corriente directa, distorsión de armónicos, inter armónicos, muescas y ruidos. En distintos grados, cada uno puede ocasionar daños o trastornos a los equipos informáticos.

Una fluctuación de la tensión es una serie de cambios de tensión pequeños y aleatorios provocados por cualquier carga que muestre variaciones de corriente significativas. Un síntoma habitual es el parpadeo de las lámparas incandescentes.

PSP Informática puede ofrecerte sistemas de protección contra cada uno de estos tipos de perturbación, que a menudo pasan utilizar sistemas SAI, generadores, dispositivos de protección contra sobretensiones, acondicionadores de potencia, una conexión adecuada a tierra, etc.